Aceptar la responsabilidad de ser el tipo de líder que quiere ser, para sí mismo y para su equipo.

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Elevar el grado de consciencia y de responsabilidad personal de su liderazgo y entender el impacto de éste sobre el resultado.

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Identificar con claridad sus metas personales y alinearlas con las organizacionales.

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Identificar los patrones recurrentes de pensamiento y acción. Una vez hecha esta identificación, reconstruir el modelo interpretativo y de acción de manera que se logre movilizar desde “otra posibilidad” sumando y explorando con el fin de conseguir las metas.

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Tomar consciencia de la importancia de la creación de relaciones prósperas, para lograr sinergias impactantes.

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Conscientizar al  líder que su efectividad está asociada a una actitud permanente de auto aprendizaje y auto desarrollo.