Comprender que lo más importante para un líder, es conectar.

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Conectar primero consigo mismo para poder hacerlo asertivamente con los demás.

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La conexión es la sumatoria de las comunicaciones y las relaciones.

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Hacerse responsable de la calidad en sus relaciones.

Saber que sus resultados dependen de cómo se comunica y se relaciona.

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Avanzar en el propio auto conocimiento, de su comunicación y sus relaciones.

Identificar los paradigmas y juicios centrales que rigen su actuar (Saber si se nos abren o se nos cierran posibilidades).

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Comprender que se comunica desde la lingüística, la corporalidad y la emocionalidad.

Aprender sobre los cinco actos lingüísticos para una buena conversación.

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Aprender la “danza” entre la escucha y el habla, para sumar y crear sinergias.

Identificar las cuatro conversaciones claves para desarrollar equipos.