Definitivamente no sé qué pensar, cada vez me queda más difícil, o bien somos tontos de remate o inconscientemente nos queremos extinguir.
Esta fue la idea que me circuló todo el día en mi cabeza el famoso viernes sin IVA. La verdad estoy totalmente de acuerdo con volver a abrir la economía, si no, no se que nos va a matar primero, ¿el pinche virus o el hambre? Sin embargo, no entiendo como supuestamente tres meses, tres largos meses de “entrenamiento, de reflexión, de introspección” se fueron tan fácilmente por la borda, y digo fácilmente pues no fue, sino que nos mostraran “la zanahoria” (descuentos en brillantes carteles) para que sin siquiera pensar reaccionamos como siempre. Estoy empezando a entender en vivo eso que dicen los expertos, que el ser humano es adicto a lo conocido, que funcionamos por inercia.
Nos cuesta demasiado cambiar, mientras no nos duela demasiado, como esa anécdota del perro y del calvo, no nos moveremos. Parece no hemos entendido nada, de nada. ¿Será que nos toca tocar aún más el fondo para poder rebotar? Si el mundo cambió, pues es un hecho, no podemos seguir actuando como siempre. ¡No, NO podemos! No es viable, no lograremos salir de esto… Entiéndase esto como virus, economía arcaica, políticos haciendo lo mismo de siempre, competencia entre los mismos miembros de un equipo, jefes que creen que se las saben todas, educación de hace 300 años, tonterías como tener a un niño de 4 años pegado a una pantalla, en fin… temas que ya en vez de generar progreso nos seguirá estampando contra el suelo sin darnos cuenta. Tenemos que parar, pensar y después actuar. Bien dicen los estoicos que el hombre logrará conquistar el mundo solo cuando logre conquistarse a sí mismo. ¡Ah! tema complejo, pues nuestra educación sigue enseñándonos a mirar afuera y no adentro de nosotros. Somos incapaces de gobernarnos a nosotros mismos, por eso que no importe quién, pero que alguien se haga cargo de nosotros. Insisto la economía tiene que volver a fluir y el día sin IVA puede ser un impulso, ¿pero que nos hace salir como locos? como si fuera lo último que tuviéramos que hacer, ¿cuestión de vida o muerte? ¿Qué nos hace seguirnos viéndonos a nosotros mismos como si nos estuvieran haciendo un gran regalo o favor? A todos nos conviene que vuelva a moverse la economía en todo sentido, pero si lo nuestro es reaccionar sin pensar más allá de las consecuencias, jamás lo lograremos. No importa que, así que ¿porque esa desesperación? ¿por qué si de verdad necesitamos X o Y, y ese día representa un gran ahorro para nuestra economía personal, no lo hacemos de manera pensante y respetuosa? Les prometo que tenemos la capacidad de hacerlo y hacerlo bien, solo es mirarse y entender verdaderamente que queremos, pero no… prima lo de siempre, yo voy primero el resto que se frieguen… No hemos entendido que somos un sistema y si una parte del sistema se daña, esto va a repercutir en todo el sistema. Es fácil de entender, ¿entonces? Salimos como si fuéramos gallinas sin cabeza, todos seguimos haciendo “su agosto” con lo que sea y a costa de quién sea, ¿a qué estamos jugando? No hace falta tener 2 dedos de frente para decir esto tiene que ver conmigo también, tiene que ver con mi bienestar, con mi futuro, con el de mis hijos, pero nos queda grande muy grande! Mientras sigamos dormidos en nuestras casas, en nuestras organización, en las escuelas, no habrá manera de que salgamos de nuestro pensamiento de escasez, “del carrito”, de la “casita” del: “pero no están grave, solo fueron unos pesitos”, “un permisito, (falso) pero permisito” etc.. o volvemos a pensar realmente que queremos o no llegaremos a ningún lado. Lo veo hasta en las organizaciones, en algunos equipo que trabajo. Hablamos y hablamos, ¿pero? Despertar es asumir nuestra responsabilidad (habilidad de respuesta) en nuestras acciones, comportamientos y actitudes. En este “Nuevo mundo” No habrá mas lideres “papás o mamás”, no podrá haber lideres “policías”, el tema es de responsabilidad personal (este es el eje del nuevo liderazgo) y de ahí y solo de ahí es que tendremos la posibilidad de ser sostenibles.
¡Por favor despertemos! Esto no es un juego, es quizás la mejor oportunidad que nos está dando la vida para redireccionar, no la desperdiciemos.
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